El sistema Hazard Analysis and Critical Control Points (HACCP), también denominado Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, es un sistema de inocuidad alimentaria cuyo fundamento es detectar los posibles peligros que puedan aparecer en ingredientes y procesos de producción de los alimentos. Las directrices para su aplicación se establecen en el Codex Alimentarius CAP/RCP 1-19, Rev.4 (2003).
Este sistema ayuda a que la empresa pueda adoptar medidas eficientes para la prevención de posibles riesgos de contaminación y luchar por la inocuidad alimentaria. Puede implementarse en cada una de las áreas de la industria de alimentos: cosecha, elaboración y distribución de alimentos y contribuye a que se utilicen los recursos de una forma eficaz.
El HACCP se caracteriza por un enfoque preventivo de los riesgos sanitarios vinculados a los alimentos. Para la aplicación de este sistema es necesario la identificación de los riesgos sanitarios de todo tipo (biológico, físico o químico) que afectan a los alimentos y la determinación de los puntos críticos de control (PCC), adaptado a cada proceso de fabricación en particular, desde la recepción de la materia prima a utilizar hasta la expedición del producto terminado.
En los PCC se podrán eliminar o minimizar los riesgos identificados, con las pertinentes medidas preventivas, un adecuado sistema de control, así como las consecuentes acciones correctoras. Todo el sistema será sometido a continuos procesos de verificación y quedará documentado mediante los correspondientes registros.
Beneficios del Sistema HACCP
Los beneficios que aporta este sistema de seguridad alimentaria que permite detectar peligros específicos y desarrollar medidas de control apropiadas para controlarlos son los siguientes:
- Aportar confianza a los consumidores sobre la higiene de los alimentos.
- Identificar peligros
- Promover la competitividad entre empresas del sector de la alimentación.
- Innovar con productos y tecnologías diferentes
Garantizar que los requisitos se cumplan